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martes, 17 de abril de 2012

El Real del Sastre

Cuento popular




En un pueblo de Castilla, vivía un hombre que por fas o nefas le debía a todos;  al huevero, al lechero, al molinero..... no había en la villa tendero al que no le debiera dinero.
Entre todos estaba incluido el sastre que era un rácano de primera, y al que le debía un real.
El endeudado viendo la imposibilidad de pagarle a sus paisanos decidió fingirse terriblemente enfermo y meterse en cama.
Los buenos vecinos fueron a visitarlo uno por uno y al ver su gravedad le perdonaban las deudas.
El sastre que no se creía la repentina enfermedad, no solo no le perdonó la deuda sino que le dijo a todos los presentes que quería cobrar su real y no pararía hasta tenerlo en su bolsillo.
El endeudado al escuchar que el sastre no le perdonaba y no le perdonaría el real fingió morir - a los muertos no se les puede cobrar - y haciendo un gran aspaviento fingió que se moría.
Todos lloraron la desgracia y metiendo al falso muerto en un ataúd lo llevaron a la iglesia y allí lo velaron.


Al llegar la noche todos se fueron a sus casas, menos, menos el sastre, que seguía pensando que el falso difunto estaba fingiendo y en cualquier momento saldría del ataúd  y una vez descubierto le cobraría la deuda.
Ambos se quedaron solos en la iglesia, el falso muerto en el ataúd y el sastre escondido en un rincón.
No estuvieron mucho tiempo solos, pues nada mas irse los vecinos del pueblo pasaron por allí unos bandidos que entraron en la iglesia para repartir el botín.
El jefe de los ladrones que tenía los dineros robados en una gran bolsa contó a sus secuaces, uno, dos, tres.... doce en total y haciendo trece montones les dijo:
- He repartido el botín en trece montones, el que sea capaz de clavarle un puñal al difunto se llevará el montón que sobra.
Los doce delincuentes se miraron asustados, clavarle un puñal a un muerto no estaba bien y menos en una iglesia...
El sastre y el falso muerto estaban escuchando todo.
Uno de los ladrones envalentonándose dijo:
- Yo lo haré - y tomando un puñal se dirigió al ataúd.
Entonces el falso muerto muy asustado se levantó del ataúd y poniendo voz de ultratumba gritó:
- Todos los difuntos acudid a mi -.
El sastre escondido en el rincón y temblando como un flan, salió gritando de su escondite:


- Ahhhhhhhhh -.
Los ladrones espantados por el espectáculo salieron corriendo de la iglesia, y cuando por fin se pararon el jefe les dijo:
- Nos hemos dejado el botín, habrá que regresar a por el, los difuntos no necesitan dinero.
Despues de aquel susto que habían llevado a ver quien era el valiente que regresaba.
Uno de los ladrones pensándolo bien dijo:
- Iré yo a por el dinero -
Muy asustado poco a poco se acercó a la iglesia.
Mientras tanto el difunto y el sastre una vez repuestos del susto estaban repartiéndose los dineros que habían dejado los ladrones, pero el sastre recordándose de pronto del real que le debía el otro, comenzó a discutir con él.
- Dáme el real que me debes -
- Pero si ya tienes mucho -
- Sabía que estabas fingiendo,  me debes un real -
- Pero mira todo lo que tienes, que mas da un real arriba o abajo -
-  ¡¡¡ Quiero mi real !!!, ¡¡¡ Quiero mi real !!! -
Justo en ese momento llegó el ladrón a la iglesia y escuchando al sastre reclamando su real huyó despavorido hacia donde estaban sus compinches.
- Compañeros huyamos de aquí, los difuntos se estan repartiendo el  dinero y son tantos que solo alcanzan a un real cada uno, acabo de escuchar que estaban peleando por el dinero.
Los ladrones se fueron a otra región en donde los difuntos no reclamaran el dinero.
El sastre cobró su real del falso difunto.
Y el endeudado, despues de pagarle a todos en el pueblo con el dinero de los ladrones enmendó su vida, se puso a trabajar y nunca mas volvió a pedir prestado.

martes, 13 de marzo de 2012

El Flautista de Hamelin






Hay una ciudad en Alemania, donde hace mucho tiempo atrás cuenta su historia que sufría una invasión de ratas.
Como todos sabemos la ratas además de traer muchas enfermedades, se reproducen muy rápido y se comen toda la comida de los humanos.
Habían intentado de todo  para acabar con las ratas pero, no había forma de deshacerse de ellas.
Esta ciudad es Hamelin, y aun existe, y la historia que se cuenta forma parte de las leyendas del lugar.

Pues bien, según se fue transmitiendo de padres a hijos y así hasta nuestros días dicen, que en aquellos tiempos, los habitantes de Hamelin estaban desesperados. No había casa que no estuviera invadida por aquel ejercito de roedores. Se comían el grano para hacer pan, se comían los pasteles, los huevos, atacaban las gallinas.
Por las noches lo aldeanos  no podían dormir por el ruido que hacían las ratas en busca de comida.
Hicieron de todo para acabar con aquella plaga, pero por mas que lo intentaron, no había forma de acabar con ella.
Un día si, y otro también, el alcalde se reunía con sus consejeros para buscar nuevas formas de deshacerse de las ratas.


Un buen día apareció un juglar vestido con ropajes de muchos colores, un gorro con una pluma de adorno y una flauta colgada de su cinturón.
Todos se quedaron asombrados, no estaban para fiestas.
Alcalde, consejeros - empezó a decir el flautista - vengo a solucionaros vuestro problema, el de las ratas.
¡cómo! - preguntaron todos -
Con mi flauta - dijo el extraño señalando el instrumento -
Los de Hamelin se quedaron atontados, no sabían si era un chiste que les estaba echando, una forma de hacerlos reír, o si les estaba tomando el pelo.
Hum - preguntó el alcalde - y podrías explicarnos cómo harías eso?
Alcalde, consejeros, pueblo de Hamelin - siguió hablando el flautista - tenéis un problema, muy grave en vuestro pueblo, habéis intentado de todo y nada ha dado resultado, yo os propongo que me deis la oportunidad de hacer desaparecer las ratas de vuestras casas, a cambio pido un pago por mis servicios, una bolsa de oro, es muy fácil, si no cumplo con mi trabajo no me pagáis, si por el contrario, limpio Hamelin de ratas con mi flauta me dais mi bolsa de oro.
El alcalde se reunió con sus concejales y muy suspicaz dijeron:
- Nos estas tomando el pelo -
- nos esta mintiendo -
- se ríe de nosotros -


Muy bien - le dijo el alcalde -, si te deshaces de las ratas te daremos una bolsa de oro.

El flautista salió del ayuntamiento y se fue a la orilla del río.
Esa noche cuando todos estaban en sus casas durmiendo, en la oscuridad de las calles de Hamelin se empezó a escuchar un sonido suave, misterioso, y un gran estruendo sacudió las casas, los habitantes se quedaron boquiabiertos, las ratas salían en tropel de los rincones, de los graneros, de las cloacas, de los callejones...
de todas partes salían cientos y cientos de ratas y corrían en una sola dirección, el centro de la plaza en donde estaba el flautista tocando aquella misteriosa música.
Las ratas estaban ensimismadas contemplando al músico que no cesaba en su melodía.
Cuando el flautista quiso empezó a andar por las calles del pueblo con la flauta interpretando aquella extraña melodía y lo mas curioso de todo es que las ratas los seguían como hipnotizadas
Todo Hamelin contemplaba aquella rara procesión por sus calles.
El flautista delante tocando y las miles de ratas detrás.



El músico cumplió su palabra, limpió Hamelin de ratas, las llevó hipnotizadas por su melodía hasta el río y allí se ahogaron, dejando al pueblo libre de su presencia.

Los habitantes de Hamelin estaban contentísimos, ¡es un prodigio!, ¡es maravilloso!, ¡increíble!, ¡fantástico!, ¡impresionante!.

Un día después de que el flautista descansara y esperando que el alcalde reuniera el dinero se acercó al ayuntamiento y poniéndose en presencia del alcalde le dijo.
- He cumplido mi trabajo, vengo a por el pago acordado -.
El alcade lo miró sorprendido. - tienes algún papel que atestigüe ese acuerdo?
El flautista se quedó mudo y lo miro serio, - he librado a tu pueblo de la plaga de ratas que os había infestado por años, vengo a que cumplas el pago prometido -.
- Señor saltimbanqui -, le dijo el alcalde - mis consejeros y yo en nombre del pueblo de Hamelin hemos acordado darte unas monedas de cobre por tu música y haber recorrido las calles del pueblo durante la noche evitando que durmiéramos placidamente, en cuanto a las ratas no se de que me estas hablando.
El flautista lo miró con mucha seriedad y le dijo:
- No necesito pago alcalde, mi música es gratuita, me gusta tocar y en ello me deleito, ya que habéis olvidado el acuerdo que teníamos tocaré nuevamente y cobraré por mi cuenta lo que el pueblo de Hamelin me debe.

Diciendo esto se fue el flautista y todos se quedaron asustados.

- Que se le prohiba la entrada al pueblo - gritó el alcalde -
- y si vuelve a traer las ratas?  - preguntó uno -
- no, que las echó al río - contestó otro.
- porqué no le pagamos - dijo un tercero
- Es un flautista, ya nos ha librado de las ratas, ¿qué puede hacer? - respondió el alcalde-  pegarnos con la flauta?
- ja ja ja ja  - rieron todos

Sentado en el río el flautista triste por el mal pago que le dieron en Hamelin contemplaba la flauta.
Dejó pasar varios días.
Una noche se acercó muy sigiloso a la plaza del pueblo y empezó a tocar su flauta, esta vez el sonido era mucho mas delicado, bonito y encantador.
La gente de Hamelin que ahora podía dormir tranquila y sin ruidos de ratas, se despertó pero no por el ruido estruendoso que habían provocado las ratas, sino por el suave sonido de sabanas corriéndose.
Esta vez los niños, sus hijos, sobrinos, nietos, de los habitantes de Hamelin salían de las camas embobados por el sonido de la flauta.
Intentaban detenerlos pero no había forma, si los acostaban se volvían a levantar, si lo agarraban con fuerza, los niños hipnotizados los arrastraban con una fuerza misteriosa.
Todos, todos los niños, salieron de sus casas,  se fueron a la plaza del pueblo, y allí el flautista con la flauta en su boca los guió a las afueras del pueblo y por el camino que llevaba a las montañas desapareció en la oscuridad con todos los niños de Hamelin.


Nunca mas supieron de ellos, y se lamentaron mucho no haberle dado su bolsa de oro al Flautista.

Como prueba de aquella afrenta en la ilgesia de Hamelin hay un vitral recordando ese acontecimiento para que nuna vulva a repetirse, las promesas hay que cumplirlas y a quien trabaja hay que pagarle por su trabajo.

jueves, 9 de febrero de 2012

Novedades OQO

La editorial OQO me ha enviado dos libros nuevos para que los reseñe aquí.
Un árbol que no es un árbol?
o al menos eso le parece al protagonista, un lobo que va recorriendo bosques buscando animales a los que zamparse, al llegar  a éste descubre que solo hay un árbol, mas o menos como el que vemos arriba, y además que habla....
Quién ha visto un árbol que hable? el lobo (protagonista de la historia) se queda pasmado.
Aunque (es mi opinión personal) no se de que se extraña el lobo, cuando se ha visto un lobo que hable?...¡¡¡ah!!! estamos hablando de cuentos, en los cuentos la imaginación es la que tiene el protagonismo.

Ya había dicho en alguna ocasión que las editoriales infantiles tienen un banco de autores por un lado y un banco de ilustradores por otro, pero, pero, y esto es en muy contadas ocasiones, de cuando en cuando, hay autores que son capaces de además de escribir bien tener la capacidad de crear y ser buenos ilustradores, como es el caso de este cuento.
Miguel, vive en un pueblito de Tarragona  muy cerca de la playa, una playa que recibe lo que el mar quiere traerle, un mar que siempre se ha dicho devuelve todo, de ahí,de esos restos que el mar le obsequia Miguel hace estas composiciones creativas, plásticas y significativas.


Esta es la segunda novedad
No digáis que la imagen de portada no es sugerente?
Yo creo que es magnífica, realmente  llamativa.
Pues bien, se trata de un cuento popular Inglés, que narra la aventura de un chico que es capaz de engañar a la muerte y encerrarla, impidiendo de esa manera que nadie muera en el mundo.....y qué pasaría y eso ocurriera?

De una forma realmente fantasiosa Tim Bowley nos dice que todo es imprescindible en el mundo, hasta la muerte, y en forma de cuento nos dice que también es esencial que la muerte exista.

A esta maravillosa historia le acompaña la ilustración de Natalie Pudalov, que ya lo he dicho hace que el cuento se convierta en fantástico.












domingo, 29 de enero de 2012

El rey, el médico y el mendigo

CUENTO ARABE



Hace mucho, mucho tiempo, en un país lejano, un rey estaba paseando con algunos de sus nobles. Al lado del camino se encontraba un mendigo, que pregonaba:

-Le daré un buen consejo a quienquiera que me pague cien dinares.

El Rey se detuvo y preguntó:

- ¿Cuál es ese buen consejo que me darás a cambio de cien dinares?

-Señor -respondió el mendigo-, ordena que se me entregue dicha suma y te daré el consejo inmediatamente.

El Rey así lo hizo, esperando escuchar algo extraordinario.

El mendigo le dijo:

-Este es mi consejo: "nunca comiences nada sin que antes hayas reflexionado cuál será el final de ello".

Ante estas palabras, los nobles y todos los presentes estallaron en carcajadas, diciendo que había sido listo al pedir el dinero por adelantado. Pero el Rey contestó:

-No tienen motivo para reírse del buen consejo que  me ha dado. Nadie ignora que deberíamos reflexionar antes de hacer cualquier cosa. Sin embargo, diariamente somos culpables de no recordarlo y las consecuencias son nefastas. Aprecio mucho este consejo - le dijo al pobre que contento guardaba su dinero.

Así, el Rey decidió recordar siempre el consejo y ordenó que fuese escrito en las paredes con letras de oro, e incluso grabadas en su vajilla de plata.

Poco después, el jefe de la guardia concibió la idea de matar al Rey. Sobornó al cirujano real con la promesa de nombrarlo primer ministro si clavaba una lanceta envenenada en el brazo del Rey. Cuando llegó el momento de extraer sangre al Rey, se colocó una jofaina para recoger la sangre. De repente, el cirujano vio las palabras grabadas en la bandeja: "Nunca comiences nada sin que antes hayas reflexionado cuál será el final de ello". Entonces el cirujano pensó,  y si el capitán de la guardia al convertírse en rey, lo primero que haría sería ejecutarlo?, seguro que no querría tener testigos de su crimen?. El Rey, viendo que el cirujano estaba temblando, le preguntó que le ocurría, y éste le confesó la verdad inmediatamente.

El autor de la intriga fue capturado,
El rey pensó que el consejo del mendigo realmente habían valido no cien, sino mil dinares, pues gracias a este consejo todavía estaba vivo.

jueves, 12 de enero de 2012

El Aguila y el Nopal




Hace mucho, mucho tiempo, el pueblo mexicano desolado y apesadumbrado  buscaba lugar para asentarse, formar una ciudad, y tener un sitio propio donde establecerse. Hasta ese momento habían vivido errantes por las tierras y luchaban contra otros pueblos que los expulsaban de sus territorios obligándolos a vagabundear.

Rogaban incesamente a Huitzilopochtli que les ayudara y dejar de esta manera de vivir sometidos a otros pueblos que los hacían trabajar y los enviaban a la guerra.

El dios les habló y les indicó que caminaran, y buscaran un lugar que el les indicaba: allí donde encontraran un águila devorando una serpiente allí establecieran su ciudad pues sería el lugar propicio para que los mexicas prosperaran, serían fuertes y como pueblo escogido vencerían a sus vecinos, los tepanecas, los culhuas, los xochimilcas; los dominarían y serían los aztecas los gobernantes de la tierra.

Estuvieron mucho tiempo buscando lo que les habían indicado, cansados enviaron unos hombres adelantándose para ver que descubrían.

Los hombres caminaron y pasando unas lomas vieron parada sobre un nopal a un águila grande devorando a una serpiente, allí vieron un lago y allí fundaron Tenochtitlan, su capital, una ciudad sobre un lago.

Como les había pronosticado el dios los mexicas (aztecas) fundaron su ciudad, se convirtieron en grandes guerreros, dominaron a sus vecinos y prosperaron grandemente.

lunes, 2 de enero de 2012

1 año

Feliz Año Nuevo para todos los que visitáis este blog; unos a menudo, otros porque caéis al estar buscando alguno de los cuentos que reseño aquí, otros porque venís de alguna manera.....
mis mejores deseos para todos.
en este año que llevo de andanza creo que el blog ha ido alcanzando una cierta prestancia (como todo en la vida).
empecé  me acuerdo bien, poniendo que era la primera vez que hacía un blog y no sabía como iba a resultar....je je, pues bien, he andado un añito, y tengo un promedio de 700 visitas por mes, no está mal, realmente para un blog incipiente no está nada mal....al menos eso pienso.
pues lo dicho, amigos, visitantes, seguidores.
A los españoles os deseo que los Reyes Magos os traigan regalitos el día 6, a los de otros países donde no vienen los reyes y ya se ha acabado la Navidad...que este año que comienza este lleno de felicidad, prosperidad, y llena de cuentos.